La tercera capa del iceberg

07.07.2025
Este artículo cierra mi serie sobre la corrupción estructural. No es una crónica política ni un análisis técnico. Es una reflexión sobre el ecosistema que lo permite todo: desde el sobre hasta el silencio.
Este artículo cierra mi serie sobre la corrupción estructural. No es una crónica política ni un análisis técnico. Es una reflexión sobre el ecosistema que lo permite todo: desde el sobre hasta el silencio.

¿Y si el problema no fuera solo el político corrupto… sino todo lo que flota para que no se hunda? Hoy publico la tercera y última entrega de mi serie Corrupción estructural. Un artículo incómodo,

La tercera capa del iceberg.

El auto del Juzgado Central de Instrucción nº5 de la Audiencia Nacional (2025) lo deja claro:

"Existen notabilísimos indicios de que Santos Cerdán lideraba una organización criminal para desviar fondos públicos mediante adjudicaciones irregulares."

Es un paso importante. Pero no es suficiente.
Porque lo que no dice ese auto también importa:

- No se imputa a directivos de Acciona, pese a las transferencias a testaferros.
- No se investiga quién en las mesas de contratación validó los informes ni bajo qué criterios.

Lo que muchos llaman "la punta del iceberg" ya no lo es.
El caso Cerdán es el iceberg entero.
Lo que falta es valor para mirar hacia abajo: la tercera capa, la más incómoda, la más real. Donde todo flota.

1. Primera capa: la caída visible

Santos Cerdán duerme en Soto del Real. Las cámaras lo captaron. Los titulares lo narraron. Las redes lo multiplicaron.

Todo parecía cerrado: el corrupto, detenido. Justicia. Punto final.

Pero eso no es justicia.
Eso es el sistema soltando lastre para seguir a flote.
Una pieza sacrificada para salvar el tablero.
La culpa se personaliza. El modelo, intacto.

Dato irónico:
El mismo día que Cerdán ingresaba en prisión, el BOE publicaba la adjudicación a Acciona de la línea 3 del metro de Málaga: 296 millones de euros.

2. Segunda capa: el que paga y permanece

¿Y el corruptor?
¿Y Acciona?
¿Y la UTE adjudicataria?
¿Y los técnicos que firmaron, puntuaron y callaron?

Las empresas que pagan mordidas siguen operando.
No solo impunes. Blindadas: por hábito, por diseño de pliegos, por falta de consecuencias.

Porque cuando el dinero lleva logo, no es delito. Es inversión.

Pruebas documentadas vs. realidad judicial:

- Audios de Cerdán → prueba clave.
- Transferencias a empresa pantalla → "insuficientemente acreditado".
- Informe del Tribunal de Cuentas → archivado por "prescripción".
- Facturas falsas del "Bar Franky" → aceptadas como indicio relevante.

Pregunta incómoda:
¿El juez acepta unas facturas falsas como prueba,
pero no se pregunta quién en Acciona autorizó los pagos reales?

3. Tercera capa: el océano de cómplices

A. Jueces con miedo a las nóminas
El 92 % de las causas contra grandes empresas se archivan en fase instructiva (CGPJ, 2024).
¿Motivo oficial? "Complejidad probatoria."
¿Motivo real? Muchos jueces terminan fichando por despachos vinculados a constructoras (Informe Justice Watch).

B. Prensa que no muerde la mano que paga
Los medios que sí investigaron: El Confidencial, Confilegal.
Los que callaron: aquellos que recibieron 4,7 millones en publicidad de FCC y ACS en 2024.

Mientras tanto, Acciona gana premios de ética corporativa.

C. Votantes con síndrome de Estocolmo
Encuesta interna del CIS (2024):
"El 61 % aceptaría corrupción si su partido lleva obras a su ciudad."

4. Lo que nadie quiere decir

El juez no ha entrado en Acciona.
Tampoco ha citado a quienes saben cómo, cuánto y a quién se pagó.

Ningún responsable político ha dicho:
"Vamos a por el que provee la droga que corrompe: el dinero."

¿Acaso no hay amapolas en este campo?
¿O es que, cuando el campo tiene accionistas, ya no es delito sino tejido productivo?

5. La tercera capa: el mar donde flota todo

Esta capa no tiene rostro.
No se puede detener.
No se puede juzgar.

Porque esta capa no es una persona. Es el ecosistema.

- Es la ley que externaliza sin control.
- Es el periodista que edita sin perder la subvención.
- Es el político que pacta sin negar.
- Es el votante que ya no se escandaliza.

La tercera capa no es un escándalo.
Es un consentimiento colectivo.

Conclusión: mirar no basta

El juez ha hecho su parte.
Pero si como sociedad no vamos más allá del titular,
el iceberg seguirá navegando.

Con otro nombre, otro logo, otro cargo… pero el mismo trayecto.

Porque mirar no basta.
Lo urgente es preguntarse qué parte de nosotros lo mantiene a flote.

José Moreno Robledillo

Junio 2025