Los espejos que faltan
"Los espejos que faltan muestran cómo se reparten la riqueza y la salud en España: periferia empobrecida, centro concentrando oportunidades."
El otro día lo vi en la tele: Canarias, 82,2 años de esperanza de vida. España, 84. Madrid, 86.
Lo miré dos veces: era un espejo incómodo.
tenemos sol, pero menos salud;
tenemos paisaje, pero menos igualdad;
tenemos vida, pero nos la acortan.
No quise quedarme en la imagen. Entré en el Instituto de Estadística y repasé los últimos cuatro años para comprobar que no era un espejismo. El gráfico es claro: Andalucía y Canarias siguen abajo; Madrid arriba.
¿Casualidad? No lo creo.
Cuando los salarios son bajos y los servicios se debilitan —listas de espera más largas, alquileres imposibles— la vida se acorta.
Y cuando la renta y las oportunidades se concentran, la periferia se vacía por dentro.
Este debate no va de abuelos contra nietos. Va de cómo se reparten la riqueza y la salud en España.
Por eso abro Los espejos que faltan, una serie en tres miradas:
• Los datos que no se cuentan – ¿Quién nos pidió mirar abajo mientras se decidía arriba?
• Ventanas de Luz – ¿Qué se ve cuando la memoria se abre sin ruido?
• El espejo canario – ¿Cómo puede un paraíso vivir menos y cobrar peor?
Te invito a leerlos con calma.
Y a mirarte en tu propio espejo:
¿Qué ves tú que no sale en los titulares?
La riqueza de un pueblo no se mide en euros, se mide en memoria.
José