“Un día triste para la democracia”, dice Clavijo.
Pues yo, sinceramente, no lo vi así.
Ayer, en unas jornadas en Canarias, el señor Clavijo dijo en Televisión Canaria que era "un día triste para la democracia".
Lo dijo justo el mismo día en que José Luis Ábalos y Koldo (…) entraron en prisión, Cerdán pasó por la cárcel y el Fiscal General del Estado recibió sentencia.
Y a mí, que viví la última etapa de una dictadura de verdad, me parece justo lo contrario.
Triste era cuando la justicia jamás tocaba a los poderosos y los inocentes pagaban.
Hoy, en cambio, caen cargos, asesores, diputados y fiscales.
Y caen rápido.
Eso para mí es democracia funcionando.
Mientras tanto, Susanna Griso, en su entrevista con Canarias 7, contaba entre risas que aplazaron su encuentro el viernes por la sentencia del fiscal, y ayer, al ver que Ábalos y Koldo iban a prisión, ya ni llamó a su jefe y se subió al avión. Lo decía con naturalidad. Yo lo escuché y pensé: así debería funcionar un país si quiere ser serio. Enlace a la entrevista
Lo curioso es que, en la misma entrevista, Susanna decía que "el periodismo que ella defiende está en peligro". Y ahí también hay mucho que reflexionar.
Porque sí, el periodismo está en riesgo… pero no solo por los políticos.
También por ciertos medios que publican lo que quieren, como quieren y, a veces, hasta con bulos bien colocados. Eso también erosiona la democracia. No solo lo que pasa en el Congreso.
Pero mi preocupación real está más cerca.
Está en mi ayuntamiento, gobernado por el partido de Clavijo.
Allí sufrimos cada día lo que yo llamo la sonrisa de la ilegalidad: un techado levantado sin permiso, un expediente que no avanza, un silencio administrativo que siempre beneficia a los mismos. Los vecinos pagando abogados. Los años pasando. Y la sensación de que todo seguirá igual. Enlace a la carta
Eso sí es triste para la democracia.
Que en Madrid la justicia vuele y aquí ni se mueva.
Por eso, cuando escucho discursos solemnes sobre "lo triste que está la democracia", me pregunto si miran hacia dentro.
Porque la democracia empieza en las casas de todos, en los ayuntamientos, en los despachos que deciden si un expediente se mueve o se duerme.
Yo hoy no estoy triste.
Estoy sereno.
Y hasta contento de ver que, al menos en lo grande, quien la hace la paga.
Ojalá esa limpieza bajara también a las instituciones más pequeñas.
Ese día sí sería importante para la democracia.
Y no haría falta que nadie lo anunciara en televisión.
José Moreno
Noviembre 2025
EN VOZ BAJA · Reflexiones desde la calma y la experiencia.
