Cribado que cambió un destino
Cuando la detección precoz funciona, la vida sigue
Tenerife – Palma de Mallorca, marzo de 2025
El 9 de marzo de 2025 teníamos vuelo a Palma de Mallorca.
Por la tarde, maletas listas, ganas de desconectar.
Cristi había recibido la llamada del centro de salud de San Benito, en La Laguna, para hacerse la mamografía del programa de cribado de cáncer de mama.
"Ya la haré a la vuelta", dijo.
Le respondí: "Cristi, si el vuelo es por la tarde, ¿por qué no vamos por la mañana y así lo dejas hecho?".
Fuimos.
Y esa decisión —tan simple, tan humana— cambió nuestro destino.
Días después, ya en Mallorca, nos llamaron: había que repetir la prueba.
Una lesión sospechosa.
Volvimos con el corazón encogido.
En mayo ya estaba operada.
Hoy, meses después, sigue su tratamiento con serenidad.
Cada día es una pequeña victoria, una forma distinta de vivir con gratitud.
Eso es la sanidad pública cuando funciona: prevención que no se ve, pero salva vidas.
El cribado es la puerta de entrada.
Si la puerta no se abre a tiempo, llegamos tarde.
Por eso duele ver lo que está pasando en Andalucía.
Miles de mujeres siguen esperando durante meses los resultados de su mamografía.
Más de 12.000 pruebas sin leer.
Doce mil vidas suspendidas en la incertidumbre.
El Defensor del Pueblo Andaluz ya lo ha advertido: es un "riesgo grave para la salud pública".
Mientras tanto, los oncólogos alertan de algo que asusta más que cualquier estadística: están viendo más casos avanzados, más diagnósticos tardíos, más vidas que podrían haberse salvado si el sistema hubiera llegado a tiempo.
No es un problema técnico.
Es una cuestión de prioridades y responsabilidad pública.
La sanidad no se mantiene sola: se sostiene con presupuestos justos, profesionales bien tratados y ciudadanos que la defienden, incluso cuando no les toca directamente.
Mi mujer tuvo suerte.
Pero no fue suerte.
Fue un sistema que funcionó, porque alguien, en algún momento, decidió cuidarlo.
Y ese cuidado no se improvisa.
"El cribado es la puerta de entrada: si no se abre a tiempo, llegamos tarde."
A los sanitarios: gracias por resistir, por no rendirse, por seguir mirando a los ojos a cada paciente.
A quienes creen que esto no les afecta: no lo dejéis pasar.
Porque lo que hoy salvó a Cristi, mañana puede salvar a tu madre, tu hermana, tu hija… o a ti.
José Moreno Robledillo
Octubre 2025
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