Quince días de humanidad, esperanza y gratitud

29.07.2025

San Cristóbal de La Laguna, 21 de julio de 2025

 Nota del autor


Esta carta la entregó mi mujer, Cristi, al finalizar sus quince sesiones de radioterapia.

Yo la escribí con ella, desde la gratitud y el orgullo de haber acompañado de cerca su proceso.

La comparto aquí, dentro de este Diario de Etapas, porque refleja algo que no deberíamos olvidar:

que detrás de cada tratamiento hay personas, miradas y gestos que hacen que la sanidad pública siga siendo un espacio de humanidad.

Carta al equipo de Radioterapia


Querido equipo de Radioterapia:


Quiero darles las gracias.

Así, sin rodeos.

Gracias con mayúsculas, de las que salen del corazón y no se gastan con el uso.


El 1 de julio Cristi empezó las quince sesiones de radioterapia.

Hoy, 21 de julio, no solo termina el tratamiento, sino que me queda —para siempre— el recuerdo de lo bien que nos han tratado… y dos números que no voy a olvidar: el 249 y el Acelerador 2.


Han sido quince días intensos, cargados de incertidumbre, de cansancio… pero también de consuelo, de humanidad y de esperanza.

Y todo eso ha sido posible gracias a ustedes.


Porque más allá de lo técnico, de los turnos y de los protocolos, están las personas.

Personas como Mary, la enfermera que siempre ha estado con Cristi, que no solo coordina citas, sino que atiende, escucha y se implica.

Y como el doctor Vergéz, que en todo momento ha estado ahí, acompañando este proceso con cercanía y confianza.


Ustedes responden con humanidad, con una sonrisa sincera y con una implicación que no se enseña en ninguna carrera, pero que marca la diferencia.


Gracias por demostrar que aún existe una sanidad pública que cuida, que acompaña, que trata con respeto.

Y eso lo hemos sentido en cada mirada, en cada palabra, en cada gesto.


Por eso, mañana, cuando volvamos a vernos, les diremos algo muy sencillo:

gracias por hacerlo más fácil, gracias por estar.


Y también: gracias a la sanidad pública, que sigue demostrando —a pesar de todo— que es el mayor patrimonio colectivo que tenemos.


Gracias por acompañarnos en esta etapa difícil,

por devolvernos algo de luz,

y por enseñarnos que, incluso en una sala de espera…

puede florecer la vida.


Con gratitud y admiración,

Marido de Cristi

José Moreno Robledillo

Esta carta forma parte del Diario de Etapas, una serie de textos sobre humanidad, sanidad pública y gratitud.